Adi Shankar, productor de Dredd subió a YouTube el 23 de febrero un bootleg que realizó junto con el director de videos y comerciales Joseph Kahn. Y ha causado algo de revuelo y más de 7 millones de vistas, porque Kahn y Shankar tomaron a los Power Rangers y les dieron un vuelco de 180 grados. Sí, la franquicia occidentalizada de Super Sentai, hecha para niños, dónde un grupo de jóvenes energéticos son dotados de poderes para combatir a unos extraterrestres malvados que quieren invadir la tierra. O quizás también podría decirse que son un grupo de adolescentes reclutados forzosamente y armados por una inteligencia extraterrestre para combatir hasta su rendición o destrucción a otros alienígenas.
Bajo éste segundo enfoque, Kahn y Shankar han realizado un espactacular What if... (SPOILERS!) donde los Power Rangers son derrotados por el Machine Empire (los villanos de la versión Zeo), y éste dominó el mundo gracias a la facilitación (inundación) tecnológica y las drogas. Incluso dos Rangers cambiaron de bando. Y entonces, los Rangers son posteriormente eliminados uno por uno, aparentemente por Tommy, uno de sus miembros más preeminentes; sólo para que al final se devele una venganza largamente planeada...
Literariamente ésto es una deconstrucción, una técnica que se ha usado hasta el abuso hoy en día, tomando los mismos personajes de siempre y mirando por dónde se le puede encontrar un vericueto que sea vendible. Drácula y Maléfica como los buenos del paseo, Blancanieves como Bella de Twilight pero en armadura, y así ad nauseam. Lo que a mi parecer diferencia éste no tan simple bootleg de obras con mayor producción y presupuesto, es que logra hacer una deconstrucción consistente y llamativa de una serie que hoy pocos adultos contemporáneos verían con ansias. ¿Por qué? Creo que Umberto Eco, uno de mis autores favoritos, puede dar algunas luces al respecto con su ensayo "Algunas observaciones sobre los personajes de ficción."
En el capítulo "Personajes de ficción como objetos semióticos", cita a Carola Barbero diciendo que "un objeto de orden elevado (como un personaje de ficción) se supone que depende genéricamente (y no rígidamente) de sus elementos y relaciones constitutivos, significando 'genéricamente' que necesita de algunos elementos formados de manera específica para ser el objeto que es, pero que no necesita exactamente esos elementos específicos." Esos elementos y relaciones son sus descriptores, que el caso de los Power Rangers son simples: podemos decir personajes jóvenes, super trajes de 5 colores establecidos, enemigos alien (uso éste término por ser más genérico que 'extraterrestre', en español) que quieren conquistar el mundo, incluso robots gigantes.
Como no necesitamos que permanezcan específicos, jugamos a que los personajes jóvenes han crecido; no llevan los súper trajes de colores todo el tiempo, pero portan algo del color que les identifica con los personajes originales (una camisa roja para el líder Jason, chaqueta verde para Tommy el rebelde, etc.); su principal enemigo son máquinas funcionales en un mundo real y no constructos steampunk como en la serie, y otro enemigo es Norcorea (una cultura bien extraña para nuestra visión occidental capitalista); y destruír de entrada el robot gigante, que es el arma más poderosa de los personajes en la serie. Et voilà, tenemos unos nuevos descriptores que nos permiten dar un enfoque novedoso en un escenario que se transforma. El truco es que los cambios en los descriptores DEBEN ser consistentes entre sí. Drácula como víctima de un vampiro genérico, Maléfica como espíritu feérico, son cambios sustanciales en elementos específicos importantes que definen el personaje.
Por otra parte, Eco menciona que para que haya una implicación emocional con los habitantes de un mundo de ficción se deben cumplir dos requisitos: 1) se debe "vivir" en el mundo de ficción como en un ensueño permanente, y 2) el lector debe comportarse como si fuera un personaje de éste mundo ficcional. El primer requisito implica a mi parecer que la obra tenga muy claro su tema y ambientación, que brinde un espacio donde el lector quiera estar y conocer, que tenga coherencia en sí mismo. Pasar de un escenario steampunk a uno cybepunk, y el tema de pérdida (de la inocencia, de los amigos, del sentido de vivir) son buenos ejemplos del sci-fi moderno en cuánto a consistencia de ambientación y tema. El segundo, que el lector pueda interactuar con éste espacio, que haya riqueza audiovisual, y en éste caso, que haya presentes elementos pertenecientes a la serie que fueron evolucionados lógicamente a algo más famliar y real para el lector. Eso hace que 14 minutos se vayan volando.
Kahn y Shankar le ofrecieron participar en el proyecto a Jason David Frank, quién ha personificado a Tommy Oliver, el personaje que más ha perdurado en la historia de la serie; pero su respuesta fué negativa y tiene buenos motivos para no participar, cómo que él llevó a la pantalla un personaje con una narración específica para un fin educativo, y que el video genera un ruido nocivo para los niños televidentes y la franquicia. Su rango de descriptores de la serie de ficción es más amplio por ser parte de ella, y hace que su concepto sea más rígido.
Para terminar, era de esperarse que el video suscitara opiniones encontradas sobre el uso de los elementos constitutivos de la serie original, y se llegara al terreno legal.
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