A Quote:

"There sit the knights that were so great of hand,
The ladies that were queens of fair green land,
Grown grey and black now, brought unto the dust,
Soiled, without raiment, clad about with sand."
- Algernon Charles Swinburne.

lunes, 21 de mayo de 2012

Old musings: The Three Musketeers (spanish)


En la temporada de películas del verano 2011 apareció una promesa: The Three Musketeers. Fue prácticamente pan comido: un argumento hecho por Dumas insuperable y sin parangón en el género de aventuras, al cual no hay que añadir nada; la actuación de Ultravioleta, Legolas y Titus Pullo como ellos mismos, pero en versión siglo XVIII, acción tipo Matrix (ya formato obligado de casi cualquier cosa de acción o fantasía), airships y paisajes de Francia que me recordaron uno de mis RPG’s favoritos: Mage the Sorcerer’s Crusade… ¿Qué podría salir mal?


Imaginen la siguiente escena: el Storyteller llega tarde a la sesión de rol prometida hace como dos meses. Sus tres amigos de juego ya estaban algo de mal carácter, pero expectantes por continuar la aventura. Mientras se sienta, con voz grave hace un anuncio impertinente para la velada:

  • Marica, estaba con Viviana y el hermanito y ella esta noche tiene que ir a terminar un trabajo pero el chino no hay quien lo cuide y pues como le iba a decir que no y quiere jugar desde hace resto y…
  • ¡¿Qué?!, dicen todos estupefactos al unísono. ¿Un miembro nuevo en la mesa, que nunca ha jugado y este man lo trae para que comparta la aventura que llevan hace como cuatro años con sus personajes nivel 12?
  • Pero guevón ¿qué quiere que haga? El chino es hasta buena gente y pues es solo por hoy y ya…

Suena el timbre de la puerta. De casi mala gana, pero sin ganas de arruinarse la noche, uno de ellos va y le abre a un impúber medio caribonito de ojos azules, que sin ponerlos en ningún lugar fijo del espacio, con cara de desidia y apestando a colilla de cigarrillo dice lánguidamente:

  • Tonz.

Muy diligentes todos se sientan, los tres jugadores con miradas de gatos recelosos al recién llegado a la cuadra. El Storyteller prácticamente le llena la hoja al muchacho, el cual curiosamente parece interesado, y entonces…

Estás entrenando con tu padre en una colina. Estoque va y viene, pero él ya te ha enseñado todo lo que sabe. Prácticamente estás listo. Te regala la espada que el ha atesorado de sus años de mosquetero (uno de los muchachos se levanta rumbo a la cocina y le pide al Storyteller que lo acompañe. En privado cerca al lavadero le reprende:

  • ¡No jodás! A mí me tocó mamarme cinco niveles para ser admitido en la guardia del rey ¿y este man ya, listo?, le increpa mientras destapa la coca-cola sin ninguna intención de servirle a ese gato aparecido en la esquina.
  • Pero marica, ¿Cómo hago para juntarlos? Porfa guevón, ayúdenme con ésta.

Suspiro. Mano instintiva a la chaqueta y saca un paquete de cigarrillos. Extrae uno inspirando hondo como si el aire con olor a detergente estuviera impregnado de nicotina, y lo prende sabiendo que va a ser una noche larga)

Tu papá es un bacán y te dice que vivas la vida como te dé la gana. Te da su caballo, la espada y dinero para que vayas a ser mosquetero como él. Mientras tanto, en la aventura pasada ustedes estaban tras la pista de los planos de la máquina secreta de guerra de Da Vinci…

  • ¡¿Otra vez Da Vinci?! ¿Es que no hubo otro genio en la historia? Marica, ¿si era Da Vinci el de la aventura pasada? Por que yo estoy seguro de que…

  • Ay marica eso no importa. Vamos por esa guevonada y ya, dice otro de los amigos con muchas ganas de prender la consola y dejar al resto jugar un rato sin él.

El robo ha sido un éxito. Sin embargo, los ojos hechiceros de Milady develan inquietud (Salven Fortitude a 30. El dado corre sobre la mesa, es un 19 y 12 y 5 y 10 más de bonos…) Te sientes mareado, ¡Milady te ha traicionado envenenando tu copa! (¡No le digo! Yo sabìa que esa perra hijuep#+& iba a voltear la arepa, usted si es más marica por enamorarse de ella…) Escuchan pasos retumbar por el salón, y de súbito el duque de Buckinham con su mirada perversa se pasa sus delicados dedos por su mostacho (Noooo, ¡que man más marica! ¿No se podía inventar un villano más gay? El Storyteller frunce el ceño, y mientras se le brota una vena en la frente continúa) y tomando a Milady te dice (mira con toda la cara de culo a su amigo, porque no soporta que su villano casi perfectamente caracterizado y por el cual hasta se leyó un libro de Taschen sobre historia de la moda francesa, sea la mofa) “¡Realmente eres perversa! No solo lo has traicionado si no que lo has envenenado” Ella le entrega los planos a Buckingham que sonríe de forma macabra mientras abandona la estancia con su amante (¡Mucho rabón! ¡Va a ver como cojo su Buckingham de mierda, lo vuelvo un churrusco y le tapono el sangradero a esa perra!)

El ambiente se aligera. El muchacho nuevo se rió bastante y el Storyteller tuvo una descompresión flatulenta sobre la silla, que permitió reducir el caudal de la vena en la frente. Se dirige al hermano MTV de su novia VH1 y prosigue: Llegas a una posada, el camino a París hecho un barrizal (salva para ver si controlas el caballo a la llegada a la posada –los amigos ríen y solo se entiende la palabra ‘rabón’- el muchacho revisa varios dados para dar con el icosaedro, lo lanza, le hacen la cuenta, anticipan la rabonada) Tu corcel pisa un charco antes de que hales la rienda, y le cae barro accidentalmente a un señor de aspecto sombrío que está sentado bebiendo con otros. El señor se levanta iracundo, gritando improperios al corcel que te ha regalado tu padre mientras te desafía ¿Qué haces?

Lo obvio.

  • Desenfundo mi espada y lo obligo a pedirle perdón a mi caballo, dice con una leve traza de emoción, inmiscuido al fin en la historia.
  • (un susurro) No seamos tan maricas…
  • (menos susurrado) ¿Cóoomo?

El Storyteller se da cuenta que va a ser una noche larga, si siguen con ésta aventura. Pero de verdad quiere seguir el plot de las naves voladoras, el rey aficionado a la moda, vengarse de que hayan llamado a su antagonista principal gay, hacer que el hermano de su traga se divierta y que sus amigos la pasen rico, mientas el espíritu de Dumas se retuerce del dolor por su obra maltrecha en la otra vida

Yo también me pregunté como fui capaz de aguantar tres horas de una mala historia que medio hace reír, y no me quedé jugando un videojuego donde me río sin pensar. Y pagando 3D. Cuando Hollywood se lo propone, puede tomar una historia que en teoría no tiene pierde para hacer algo bueno, y convertirla en boñiga.

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