A Quote:

"There sit the knights that were so great of hand,
The ladies that were queens of fair green land,
Grown grey and black now, brought unto the dust,
Soiled, without raiment, clad about with sand."
- Algernon Charles Swinburne.

viernes, 13 de febrero de 2015

Sobre el lowercase (en minúsculas y shhh)

En un artículo del blog What Culture encontré un post titulado "10 géneros musicales bizarramente específicos." Fué bastante ilustrativo para encontrar rarezas musicales que mal que bien se parecen a algún otro género, como el Nintendocore (Electrónica de 8 bits como salida de juegos de video ochenteros), el Unblack Metal (Black Metal cristiano) o el Danger Music (la versión más extrema del noise que he escuchado, no apta para escucharse. En serio). Pero de todos, el que más me llamó la atención fué el lowercase (tal cual, en minúsculas).



Creado por el artista Steve Roden, muchos lo tratan como largos y monótonos silencios interrumpidos vagamente por algún sonido corto, la misma definición que se hizo de la pieza 4'33'' por el compositor experimental John Cage. Ambas de cierta forma comparten el mismo principio: escuchar con atención los sonidos que nos rodean, la 'música' inherente al ambiente. Buscan que el auditorio adquiera conciencia de los sonidos que les rodeaban (los pies moviéndose, exhalaciones, el crujir de las tablas al expandirse con el calor) y cómo éstos son música; cómo el silencio, al igual que el vacío, no existe.

Roden da un paso más allá de Cage y graba sonidos que no son perceptibles al oído. No solo los graba, los remezcla con otros sonidos de otros ambientes o incluso con fragmentos de Jisei (poemas escritos antes de morir por monjes o samurais). El resultado: la expresión más rica de lo que se denominan paisajes sonoros. Sí, paisajes. Como un lugar que recién se conoce y explora, pero hecho de sonidos. Al principio la experiencia es inquietante, como escuchar a Lustmord en la oscuridad; pero luego se vuelve un viaje de exploración de lo sutil, inmersivo, que pone a la imaginación en modo aleatorio. El lowercase fué la fuente de inspiración para una de las historias que escribí, y que saldrá publicada en el próximo libro de Bogotá Writers.

Les dejo lo primero que escuché de Roden y el lowercase. Es un poco largo, pero créanme que vale la pena: ésta composición está hecha a base del sonido de la nieve al caer y derretirse al contacto con la tierra. ¡Preparen sus audífonos, y no teman subirle el volumen!

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